lunes, 8 de abril de 2013

DE LA NECESIDAD A LAS NECESIDADES

Los primeros ayuntamientos democráticos conocieron la necesidad y su labor consistió en superar las necesidades, en el alumbrado, el asfaltado, el acondicionamiento de las canalizaciones, los centros de salud, las escuelas, las casas de la cultura, las bibliotecas, los polideportivos. Hoy los pueblos de España desde hace treinta años están acondicionados para vivir con dignidad y conforme a los derechos que recoge nuestra Constitución. Estaban acondicionados para viviendas dignas y para prestaciones básicas y esenciales como son la sanidad, la educación, la cultura y el deporte.
En estos días la necesidad ha vuelto a nuestras calles. Lo que ha pasado es que casi seis millones de españoles no tienen empleo y necesitan trabajar para poder pagar sus necesidades básicas. Lo que ha pasado es que hay quien se ve obligado a buscar alimentos tirados por otro para dar de comer a su familia.  Por eso hay que solucionar con urgencia la necesidad. Porque la sociedad ya está dividida entre quienes tienen las necesidades cubiertas y quienes no las tienen y no tienen un horizonte en el que se vislumbra ni siquiera un hogar para no vivir de prestado.
Y precisamente cuando hay que idear fórmulas para que la igualdad de oportunidades se mantenga, para cerrar brechas, y para no confiar absolutamente todo a la solidaridad de las familias y los amigos, porque ya no hay más redes de apoyo, es cuando el PP empieza a poner precio a todos los servicios. Mañana nos van a costar los conciertos como hoy nos cuestan las exposiciones y el teatro. EL PP en Madrid ya ha cambiado el servicio público de la cultura y entre tanto ruido de palos de golf está llenando de exposiciones financiadas los centros culturales como si la necesidad fuera recaudar y no dar un servicio público.
La oferta de cultura es un servicio para el vecino y debe servir a sus necesidades de crecimiento. No se trata de generar un instrumento de financiación del Ayuntamiento sino intentar desde lo público cubrir las necesidades de los vecinos. Madrid son 21 ciudades y 128 barrios y mientras no se entienda así, las necesidades seguirán sin atender.
¿Para cuándo alguna iniciativa para la formación de los vecinos que cuente con los profesionales de la cultura? Nuestros artistas están haciendo las maletas mientras nuestros vecinos están quedándose en casa para atender a sus familias y sin poder afrontar la subida de precios de polideportivos, escuelas de música y talleres en los centros culturales.
La cultura es una de las puertas que nos hermana, nos hace progresar y nos permite pensar que, aunque las cosas se pongan peor, podremos estar preparados para afrontarlas. Pero siempre que, desde lo público, alguien se preocupe de mantener una oferta de calidad y atienda desde el conocimiento la necesidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario